¡Bienvenidos! Este es un blog para saber de libros interesantes y recomendables, indispensables, admirables... Además, proponemos "¿Por qué recomendarías...?", donde puedes hablar de un libro que hayas leído y que podría gustar al resto de los lectores.
lunes, 30 de mayo de 2011
10 elevado a 14
domingo, 29 de mayo de 2011
Joseph Joffo, Un saco de canicas.
sábado, 28 de mayo de 2011
El poema de la semana
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que en un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Mario Benedetti
viernes, 27 de mayo de 2011
Con las buenas lecturas...
... “Con las buenas lecturas, sigo teniendo la evidencia cinestésica, física, de estar ascendiendo, no por elevación, sino pisando peldaños. A veces unos pocos peldaños, otros una escalera sin fin”.
Alberto dice sentir desaparecer “el entorno, el ruido, el calor y el frío, el tiempo, la memoria se suspende, pisas el siguiente escalón” al sumergirse en un libro.
“Cuando has terminado la lectura, durante unos instantes, lo que te rodea se ha transformado. No eres el mismo que el que comenzó esa lectura. Sientes la nostalgia de la ascensión. Esa nostalgia es la que nos empuja hacia un nuevo libro. Hacia una nueva escalera”.
El diseñador Alberto Corazón, autor del cartel de la Feria del Libro de Madrid 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
Vetusta Morla, Copenhague
Él corría, nunca le enseñaron a andar.
Se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.
El valor para marcharse,
el miedo a llegar.
Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.
Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.
Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.
lunes, 23 de mayo de 2011
Recomendación: Diario de Sofía
Comienza la Feria del Libro
Narración de la semana
Todavía antes me había dicho:
-No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
-Así lo haré, madre.
Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala.
Era ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de la saponarias.
El camino subía y bajaba: "Sube o baja según se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja."
-¿Cómo dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo?
-Comala, señor.
-¿Está seguro de que ya es Comala?
-Seguro, señor.
-¿Y por qué se ve esto tan triste?
-Son los tiempos, señor.
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Ahora yo vengo en su lugar. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver: "Hay allí, pasando el puerto de Los Colimotes, la vista muy hermosa de una llanura verde, algo amarilla por el maíz maduro. Desde ese lugar se ve Comala, blanqueando la tierra, iluminándola durante la noche." Y su voz era secreta, casi apagada, como si hablara consigo misma... Mi madre.
-¿Y a qué va usted a Comala, si se puede saber? -oí que me preguntaban.
-Voy a ver a mi padre contesté.
-¡Ah! - dijo él.
Y volvimos al silencio.
Caminábamos cuesta abajo, oyendo el trote rebotado de los burros. Los ojos reventados por el sopor del sueño, en la canícula de agosto.
-Bonita fiesta le va a armar -volví a oír la voz del que iba allí a mi lado-. Se pondrá contento de ver a alguien después de tantos años que nadie viene por aquí.
Luego añadió:
-Sea usted quien sea, se alegrará de verlo.
En la reverberación del sol, la llanura parecía una laguna transparente, deshecha en vapores por donde se traslucía un horizonte gris. Y más allá, una línea de montañas. Y todavía más adelante, la más remota lejanía.
-¿Y qué trazas tiene su padre, si se puede saber?
-No lo conozco -le dije-. Sólo sé que se llama Pedro Páramo.
-¡Ah!, vaya.
-Sí, así me dijeron que se llamaba.
domingo, 22 de mayo de 2011
La película de la semana
Delicatessen de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro (1991) Un clásico del cine francés. La película supuso a principios de la década de los noventa la entrada en escena de esta pareja de realizadores. Después de su entrada por la puerta grande con este film, realizaron La ciudad de los niños perdidos.
Posteriormente, Jeunet empezó a dirigir en solitario facturando películas como Amelie (su mejor obra) o Largo domingo de noviazgo.
La película se ambienta en un complejo de apartamentos post-apocalíptico en una Francia de un tiempo ambiguo. La historia se concentra en los residentes del complejo de edificios y en sus desesperados intentos por sobrevivir. Entre estos personajes se encuentra un recién llegado inquilino, quien llega para reemplazar a otro habitante cuya partida no es del todo clara al principio. El carnicero, Clapet, es el líder del edificio quien trata de mantener el control y el balance en el mismo.
Últimas noticias
sábado, 21 de mayo de 2011
Democracy (Langston Hughes)
La cita de la semana
martes, 17 de mayo de 2011
Narración de la semana
de Gabriel García Márquez
El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte. Tampoco Santiago Nasar reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y despertó con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta después de la media noche. Más aún: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 6.05 hasta que fue destazado como un cerdo una hora después, lo recordaban un poco soñoliento pero de buen humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día muy hermoso. Nadie estaba seguro de si se refería al estado del tiempo. Muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante con una brisa de mar que llegaba a través de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella época. Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto Santiago Nasar en el bosque del sueño. Yo estaba reponiéndome de la parranda de la boda en el regazo apostólico de María Alejandrina Cervantes, y apenas si desperté con el alboroto de las campanas tocando a rebato, porque pensé que las habían soltado en honor del obispo. Santiago Nasar se puso un pantalón y una camisa de lino blanco, ambas piezas sin almidón, iguales a las que se había puesto el día anterior para la boda. Era un atuendo de ocasión. De no haber sido por la llegada del obispo se habría puesto el vestido de caqui y las botas de montar con que se iba los lunes a El Divino Rostro, la hacienda de ganado que heredó de su padre, y que él administraba con muy buen juicio aunque sin mucha fortuna. En el monte llevaba al cinto una 357 Magnum, cuyas balas blindadas, según él decía, podían partir un caballo por la cintura. En época de perdices llevaba también sus aperos de cetrería. En el armario tenía además un rifle 30.06 Mannlicher-Schönauer, un rifle 300 Holland Magnum, un 22 Hornet con mira telescópica de dos poderes, y una Winchester de repetición. Siempre dormía como durmió su padre, con el arma escondida dentro de la funda de la almohada, pero antes de abandonar la casa aquel día le sacó los proyectiles y la puso en la gaveta de la mesa de noche. «Nunca la dejaba cargada», me dijo su madre. Yo lo sabía, y sabía además que guardaba las armas en un lugar y -escondía la munición en otro lugar muy apartado, de modo que nadie cediera ni por casualidad a la tentación de cargarlas dentro de la casa. Era una costumbre sabia impuesta por su padre desde una mañana en que una sirvienta sacudió la almohada para quitarle la funda, y la pistola se disparó al chocar contra el suelo, y la bala desbarató el armario del cuarto, atravesó la pared de la sala, pasó con un estruendo de guerra por el comedor de la casa vecina y convirtió en polvo de yeso a un santo de tamaño natural en el altar mayor de la iglesia, al otro extremo de la plaza. Santiago Nasar, que entonces era muy niño, no olvidó nunca la lección de aquel percance. La última imagen que su madre tenía de él era la de su paso fugaz por el dormitorio. La había despertado cuando trataba de encontrar a tientas una aspirina en el botiquín del baño, y ella encendió la luz y lo vio aparecer en la puerta con el vaso de agua en la mano, como había de recordarlo para siempre. Santiago Nasar le contó entonces el sueño, pero ella no les puso atención a los árboles.
-Todos los sueños con pájaros son de buena salud -dijo.
domingo, 15 de mayo de 2011
¿Dónde está el niño que yo fui?
RETROSPECTIVO EXISTENTE
Me registro los bolsillos desiertos
para saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fui yo.
Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican dónde fueron mis minutos,
y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas podridas de cinco años
o quizá de muerto,
nadie,
nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió mi fuerte sombra mía
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de aulas y pelotas de trapo,
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres
las bodegas del Ebro.
¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo. (Miguel Labordeta).
viernes, 13 de mayo de 2011
Campaña para que Granada sea capital mundial de la poesía
Varios Nobel de Literatura piden mediante un manifiesto a la Unesco dicha distinción para la ciudad andaluza
ROSANA TORRES - Córdoba - 13/05/2011
Premios Nobel de literatura, como Derek Walcott y Wole Soyinka, además de importantes nombres de la cultura, han mandado un manifiesto a la Unesco solicitando que Granada sea nombrada Capital Mundial de la Poesía. Entre los firmantes se encuentran también Ernesto Cardenal, Juan Gelman, José Manuel Caballero Bonald, Tomás Segovia, Luis García Montero, Suzanne Vega, Francisco Brines, Claribel Alegría, José Emilio Pacheco, Waldo Leyva, Gonzalo Rojas, Piedad Bonnett, Ida Vitale, Juan Manuel Roca, Rafael Cadenas, Nuno Júdice y Jorge Boccanera, entre otros.
Todos asumen el manifiesto, leído ayer en un acto del Festival Internacional de Poesía ciudad de Granada (FIP) en el que se dice: "La ciudad de Granada lleva pegada a su nombre la poesía escrita con mayúsculas, y si son muchos los títulos que la adornan, el de ciudad poética, el de capital mundial de la poesía, es sin duda uno de los que nadie le niega al oír esas su nombre en cualquier lugar del mundo. Asociados a la ciudad resuenan sin duda dos nombres que de inmediato acuden a la imaginación de quienes oyen pronunciar el nombre de Granada: la Alhambra y Federico García Lorca. Entre los muros de la primera son muchos los ejemplos de versos creados por los poetas de la Corte. Además, el monumento es en sí mismo un libro inabarcable, un poema tan eterno como extenso.
Federico García Lorca, nacido en 1898, supo destilar en su obra toda la herencia granadina: del esplendor musulmán al Sacromonte, de la Vega de sus veranos en la Huerta de San Vicente a sus conversaciones con Manuel de Falla, del cante a los paseos por la Alhambra. También en Granada encontró la muerte de la que tal vez presintió sentirse a salvo en su ciudad.
Pero Granada no se ha conformado con estas rentas literarias y a lo largo del tiempo han surgido importantes autores que siguen construyendo una ciudad eminentemente poética, un ideal que tal vez sólo se encuentre en los versos, pero la literatura es también un lugar en el que vivir. Cada mes de mayo Granada respira poesía de una forma más grande si cabe con la entrega del Premio Federico García Lorca, así como con el Festival Internacional de Poesía, que en sus ediciones ha contado con los más sobresaliente autores del panorama internacional y se ha convertido en uno de los eventos literarios más importantes del mundo.
Por Granada han pasado los más importantes poetas de todo el mundo, le han dedicado poemas y se han maravillado con ella. Sin duda alguna la ciudad forma parte del imaginario colectivo cuando se piensa en la belleza.
Por todo esto, pedimos a la Unesco que otorgue a Granada el título de Capital de la Poesía", concluye el escrito.
© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200
Plural de "sexi"
elheraldo.co |
lunes, 9 de mayo de 2011
Diarios de Viaje, 1946
Maravillosa noche sobre el Atlántico. Esta hora que va desde el sol ya oculto a la luna que apenas acaba de salir, del oeste todavía luminoso al este ya oscuro. Sí, he amado mucho el mar –esta inmensidad calma – estas estelas cubiertas – estas sendas liquidas. Por primera vez un horizonte a la medida de una respiración de hombre, un espacio tan grande como su audacia. Siempre me he sentido escindido entre mi apetito de seres, la vanidad de la agitación y el deseo de igualarme a estos mares de olvido, a estos silencios desmesurados que son como el hechizo de la muerte. Me gustan las vanidades mundanas, mis semejantes, los rostros, pero junto a la vida mundana tengo una regla propia que es el mar y todo lo que en este mundo se le parece. Oh dulzura de las noches cuando todas las estrellas oscilan y deslizan por encima de los mástiles, y este silencio dentro de mí, este silencio al fin que me libera de todo.
sábado, 7 de mayo de 2011
Tolstoi, Ana Karenina
bibliofiloenmascarado.com |
jueves, 5 de mayo de 2011
Recomendaciones
VA DE MISTERIOS.
EL NUEVO TÍTULO DE EMILIO CALDERÓN: FÉLIX FANTOBA Y EL CLUB DE LOS ESCAPISTAS.
A Félix Fantoba le apasiona la magia. Tanto, que funda un club y organiza un encuentro para practicar el escapismo. Durante uno de los trucos, Félix desaparece sin dejar rastro. Misteriosamente, dos meses después, un arqueólogo encuentra en Grecia un pergamino de dos mil quinientos años de antigüedad firmado por un tal Félix Fantoba. ¿Cómo puede ser?
Una de misterios..... Sin resolver
Estas tres lecturas abarcan un tema atractivo para todos los lectores (el misterio) bajo tres diferentes puntos de vista.
Los títulos seleccionados son:
· El maleficio de la espina de Blanca Álvarez González
· Marina de Carlos Ruiz Zafón
· El laberinto de las aceitunas de Eduardo Mendoza
martes, 3 de mayo de 2011
THE MULETEERS OF GRANADA by Thomas Moore
Where, resting at close of day,
We, young muleteers of Granada,
Sit and sing the sunshine away;
So merry that even the slumbers,
that round us hung, seem gone:
Till the lute´s soft drowsy numbers
Again beguile them on.
O the joys of our merry posada,
Where, resting at close of day,
We, young muleteers of Granada,
Thus sing the gay moments away.
Then as each to his loved sultana
In sleep still breathes the sigh,
The name of some black-eyed Tirana
Escapes our lips as we lie.
Till, with morning´s rosy twinkle,
Again we´re up and gone,_
While the mule-bell´s drowsy tinkle
beguiles the rough way on.