Esta es la segunda temporada de La cena de los idiotas en Madrid. La obra de Francis Veber, que fue llevada al cine con gran éxito, ha sido adaptada por Josema Yuste -uno de los integrantes del dúo cómico Martes y Trece- con acierto. La adaptación da un mayor protagonismo al anfitrión, que se muestra más humano y, en cierto modo, "víctima" de las insensateces del idiota y, sobre todo, no deja un momento de descanso al espectador, que se desternilla durante dos horas seguidas, sin tiempos muertos. El personaje de Francisco Piñón, el idiota, está magistralmente encarnado por Agustín Jiménez, un actor conocido por sus apariciones en programas de humor de televisión. Ha sido una verdadera sorpresa descubrir a un actor tan lleno de recursos.
Las situaciones están actualizadas, insertas en nuestro espacio y en nuestro tiempo. Los diálogos se suceden sin interrupciones, acompasados siempre con el gesto. En mi opinión, es un magnífico ejemplo de comedia de situación.
En cuanto al contenido, la obra presenta a unos seres reconocibles en cualquier sociedad: el "listillo", de clase alta, triunfador y el "idiota", metepatas, capaz de desmontar la vida de su antagonista, pero muy tierno y muy buena persona. Al final, nos sentimos identificados con Piñón, la víctima de una cruel burla, y por consiguiente nos alegramos de su inconsciente venganza. Y todo ello en medio de unas situaciones hilarantes, inesperadas, incongruentes. Si no la habéis visto, no dejéis de ir al teatro Infanta Isabel.
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