jueves, 21 de noviembre de 2013

ELENA PONIATOWSKA, Premio Cervantes


El barrio de Chimalistac, al sur de la Ciudad de México, es un oasis de silencio en una frenética y muy ruidosa metrópolis de acero. Al final de un camino empedrado, a un lado de una pequeña capilla colonial, está la casa de Elena Poniatowska (París, 1932), una mujer menuda, rubia, de nariz pequeña, sonrisa fácil, hija de un príncipe polaco pero "más mexicana que el mole”.

Elena Poniatowska ganó este martes el Premio Cervantes, el quinto para un mexicano y el primero para una mexicana. Es la cuarta escritora galardonada en 37 años. Antes lo habían ganado las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010) y la cubana Dulce María Loynaz (1992).
Ensayista y escritora, comenzó a trabajar en el periódico Excélsior en 1954. "A mí lo que me gusta es contar cosas", recordaba hace unas semanas. Se convirtió en una entrevistadora curiosa y certera. Entrevistó a Diego Rivera, a Rulfo, a Paz. Recuerda con especial cariño a Luis Buñuel. “Era muy amable, me llamaba la niña de la leña porque cuando iba a su casa compraba unos troncos porque en su salón hacía mucho frío”. Una generación de periodistas mexicanas creció inspirada por Elena Poniatowska. Por la mujer y la periodista.

EL PAÍS. CULTURA

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