domingo, 28 de abril de 2013

DULCE MARÍA LOYNAZ

Su verdadero nombre era María de las Mercedes Loynaz Muñoz. 



                            En el año 1993 recibió el premio Cervantes.
                                 Falleció el 27 de abril de 1997.

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En esta semana de premios, libros y rosas... leamos algunos de sus poemas:

LA ORACIÓN DE LA ROSA
Padre nuestro que estás en la tierra; en la fuerte
y hermosa tierra;
en la tierra buena;

Santificado sea el nombre tuyo
que nadie sabe; que en ninguna forma
se atrevió a pronunciar este silencio
pequeño y delicado..., este
silencio que en el mundo
somos nosotras,
las rosas...

Venga también a nos, las pequeñitas
y dulces flores de la tierra,
el tu Reino prometido...,

Hágase en nos tu voluntad, aunque ella
sea que nuestra vida sólo dure
lo que dura una tarde...

El sol nuestro de cada día, dánoslo
para el único día nuestro...

Perdona nuestras deudas
-la de la espina,
la del perfume cada vez mas débil,
la de la miel que no alcanzó
para la sed de dos abejas...-,
así como nosotras perdonamos
a nuestros deudores los hombres,
que nos cortan, nos venden y nos llevan
a sus mentiras fúnebres,
a sus torpes o insulsas fiestas...

No nos dejes caer
nunca en la tentación de desear
la palabra vacía - ¡el cascabel
de las palabras!...-,
ni el moverse de pies
apresurados,
ni el corazón oscuro de
los animales que se pudre...
Mas líbranos de todo mal.
Amen.


PRECIO
Toda la vida estaba
en tus pálidos labios...
Toda la noche estaba
en mi trémulo vaso...

Y yo cerca de ti,
con el vino en la mano,
ni bebí ni bese...

Eso pude: Eso valgo.




domingo, 21 de abril de 2013

Tu ausencia

Y ahora que ya todo ha pasado, aquí me tienes: solo; sin ti. En un mundo vacío. Quiero escribirte –pobre remedio a la ausencia- y lo que te escribo es: “sin ti, mi amor, el mundo está vacío”; una frase, que también ella sonará a hueco. Pero ¡qué hacerle! La intensidad del sentimiento tiende a producir frases grandilocuentes, floraciones retóricas que pronto se mustian y –como la vida misma- terminan por convertirse en una burla del sentimiento que las produjo, cuando quizá lo que a uno le llena de tan dolorosa felicidad amenazando saltar las cuerdas del arpa dentro de su pecho, esto que tú y yo llamamos amor, acaso sea algo tan sencillo como el deseo de estar siempre juntos, y la capacidad de estarlo: juntos día y noche, noche y día, sin notar que el tiempo pasa; y en efecto, haber suspendido el tiempo, excluirlo de nuestro círculo, y estarnos mirando el uno en el otro como dos tontos. Ahora que el círculo se ha roto, y tiendo mi mano sin encontrar la tuya, y mis ojos asustados tropiezan y se golpean en las cosas y no aciertan a dar con esa profundidad de tu mirada donde quisieran hundirse, y siento que estoy solo en un mundo deshabitado, me pregunto cómo ha podido aquel mundo hermoso vaciarse así tan de repente. Tu amor no se ha extinguido; el mío sigue ardiendo con furia, aún cuando lo que era felicidad dolorida se haya tornado a la distancia en dulce sufrimiento. Volveremos a reunirnos –lo sé- y, otra vez el uno en el otro, nuestro abrazo mágico se cerrará de nuevo. Pero entre tanto me pregunto yo: ¿Cómo ha podido de pronto –si ello no es una frase retórica- quedárseme tan vacío el mundo? Creo en ti; tengo el amor, y tengo la esperanza. ¿Qué será, pues lo que tanto me falta? Y descubro entonces...No, no es algo que pueda expresarse con palabras grandiosas o solemnes, pues en verdad se trata de meras nimiedades, de tonterías. ¿Sabes qué? Es, por ejemplo, el haber observado que al bajar de nuestro cuarto te miras en el espejo de la escalera, y llamarte presumida, y comprobar que a la vez siguiente evitas con cuidado el espejo. Es el sentir que, dormida sobre mi pecho, me oprime tu mano si, aún con la mayor suavidad, intento moverme. Es el echarnos a andar después de haber repasado minuciosamente la cartelera de espectáculos para decidir a qué cine iremos esta tarde y una vez fijado nuestro plan, sentarnos acaso en un banco del paseo, o en una confitería, y dejar que la tarde se nos vaya sin hacer nada. Es el estar esperando yo que vengas a tomar el café del desayuno y –con mi impaciencia de siempre- decirte, mientras desprendo la punta de mi croissant, que el café se enfría, “ya voy”. Es contemplarte cuando, con una atención muy concentrada, te pones crema en la cara o trazas una sombra en tus ojos, y llamarte “payasita mía”, y ver cómo finges tú enojarte de que te haya espiado a través del espejo. Es adivinarte los pensamientos; es saber que tú estás adivinando los míos; y reírnos a la vez sin habernos dicho nada; es acariciar con la vista y con la mano esa curva de tu espalda cuando te inclinas para vestirte; es buscar juntos en la alfombra el alfiler que se te ha caído; es gozar contigo de tanta paz bajo aquellos árboles del parque, o en el puente del río, o parados ante la vitrina de una bisutería; es...Sí, eso es lo que me falta; y con faltarme eso me falta todo. Tonterías, quién lo duda; pero sin ellas el mundo que alrededor gesticula, discursea, se agita lleno de atentados, de reivindicaciones sociales, de accidentes, de programas, es para mí tan sólo una lejana e incolora fatasmagoría.

Francisco Ayala

Mark Twain quotes

Mark Twain (1835 - april 21, 1910)

 Born on november 30, 1835, in Florida, Missouri, Samuel L. Clemens wrote under the pen name Mark Twain and went on to pen several novels, including two major classics of American literature, The Adventures of Tom Sawyer and Adventures of Huckleberry Finn. He was also a riverboat pilot, journalist, lecturer, entrepreneur and inventor.

American  humorist, novelist, short story author, and wit; he wrote novels like "The prince and the Pauper 1881 or  "A Connecticut Yankee in King Arthur's Court" 1889.

"A banker is a fellow who lwnds you his umbrella when the sun is shining, but wants it back the minute it begins to rain".

"Anyone who stops learning is old, whenever twenty or eighty.  Anyone who keeps learning stays young.  The great thing you can do is keep your mind young".

 



domingo, 14 de abril de 2013

El principito

Se cumplen 70 años de la primera edición de El Principito.

 
El 6 de abril de 1943 Antoine de Saint-Exupéry,  piloto de guerra y escritor, que vivía en Nueva York publicó  
El Principito.  Un año después, Saint-Exupéry moría  cuando viajaba en su avión camino de una misión.  La obra no tuvo en ese momento el éxito que conseguiría  años después y que todavía tiene. 
El Principito es un libro que sigue vigente por la temática que trata. Su contenido filosófico y social es aplicable a toda la sociedad. Se trata de un libro apto para todas las edades: lo leen los niños y lo releen los  mayores.
El libro es  una herramienta para buscar un pensamiento crítico. Una historia que se lee una vez y no se olvida.

Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo... 



El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto. 



El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse. 


miércoles, 10 de abril de 2013

CREDO PERSONAL

Un canto a la esperanza de José Luis Sampedro


Creo en la Vida, Madre Omnipotente,

Creadora de los cielos y de la tierra.

Creo en el Hombre, su hijo,

Concebido en creciente evolución,

Progresando a pesar de los Pilatos

Que inventaron sus dogmas reaccionarios

Para aplastar la Vida y sepultarla.

Pero la Vida siempre resucita

Y el Hombre sigue en marcha hacia el futuro.

Creo en los horizontes del Espíritu

Y en la energía cósmica del mundo,

Creo en la Humanidad siempre adelante,

Creo en la Vida perdurable.

Amén

martes, 9 de abril de 2013

Gracias, José Luis Sampedro


El día 8 falleció el economista e intelectual José Luis Sampedro. 



Algunos títulos de sus novelas más importantes:
      Octubre, octubre (1981), La sonrisa etrusca (1985), La vieja sirena(1990), Real Sitio (1993) -su favorita-, El amante lesbiano (2000),Escribir es vivir (2003), La senda del drago (2006) y La ciencia y la vida(2008) 

    En  2001 le fue concedido  el Premio Nacional de las Letras Españolas. 

 Como homenaje sirvan las palabras finales del discurso que pronunció el 2 de junio de 1991, el día de su ingreso en la RAE. 


  "No hay convivencia sin tolerancia mutua, y así vuelvo a mis palabras iniciales, para rogaros tolerancia hacia el hombre que soy, humilde y fronterizo; aunque acaso no sea tanta mi humildad, puesto que vengo envaneciéndome de ella. ¿O quizás en el fondo la humildad tiene también su orgullo? «Llaneza muchacho, y no te encumbres, que toda afectación es vana», recomienda el maestro de todos por boca de maese Pedro, el del retablo. En todo caso, me sosiega saber que mis venideros pasos hacia mi última frontera los daré en vuestra compañía y al amparo de vuestro saber. Me esforzaré por no desentonar en esta Casa y, por si en alguna ocasión no lo consigo, permitidme justificarme de antemano concluyendo con una leyenda japonesa:
  En un antiguo monasterio el monje jardinero llevaba varias semanas preocupado. Había anunciado su visita el abad de otro cenobio cuyo jardín era reputadísimo, e importaba no desmerecer ante sus ojos. Para eso el monje venía perfeccionando el pequeño microcosmos de su jardín, repasando las ondas de arena finísima que representaban el océano, tallando el boj delimitador, aclarando el musgo y los líquenes que envejecían la roca central, símbolo de la montaña sustentadora del cielo. La víspera de la anunciada visita su propio abad acudió a felicitarle, pero el monje se sentía inquieto ante su jardín: algo faltaba. De pronto tuvo una inspiración. Se acerco al cerezo que descollaba entre los arbustos y sacudiéndolo con cuidado logró desprender de una rama la primera hoja del otoño. La hoja osciló despacio en su caída y se convirtió en una mancha amarillenta sobre el verdor impoluto del césped. El monje sonrió: el jardín perfecto quedaba completado con la imperfección. Ahora si representaba el cosmos.
  Quisiera poder desempeñar aquí, al menos, la misma función que aquella hoja. Y quisiera creer, además, que mis palabras no han disonado demasiado en la serena armonía de esta solemnidad.
  Muchas gracias."

Si quieres leer el discurso completo aquí está su título Desde la frontera en la página de la RAE

domingo, 7 de abril de 2013

Gabriela Mistral



El 7 de abril de 1889 nació Gabriela Mistral:

poetisa, diplomática y pedagoga chilena



En esta página de la Wikipedia, podrás encontrar más información

Y uno de sus poemas:


Dame la mano y danzaremos... 
Dame la mano y danzaremos, 

dame la mano y me amarás. 
Como una sola flor seremos, 
como una flor, y nada más. . .


El mismo verso cantaremos, 

al mismo paso bailarás. 
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.


Te llamas Rosa y yo Esperanza, 

pero tu nombre olvidarás, 
porque seremos una danza 
en la colina y nada más...

miércoles, 3 de abril de 2013

JOSÉ HIERRO

                                         Hoy 3 de abril recordamos al gran poeta José Hierro.

Página en wikipedia para saber algo más de su vida y obra.

Visita el Centro de Poesía José Hierro en Getafe. Pincha aquí para entrar en su página


Epitafio para la tumba de un héroe
Se creía dueño del mundo
porque latía en sus sentidos.
Lo aprisionaba con su carne
donde se estrellaban los siglos.
Con su antorcha de juventud
iluminaba los abismos.
Se creía dueño del mundo:
su centro fatal y divino.
Lo pregonaba cada nube,
cada grano de sol o trigo.
Si cerraba los ojos, todo
se apagaba, sin un quejido.
Nada era si él lo borraba
de sus ojos o sus oídos.
Se creía dueño del mundo
porque nunca nadie le dijo
cómo las cosas hieren, baten
a quien las sacó del olvido,
cómo aplastan desde lo eterno
a los soñadores vencidos.
Se creía dueño del mundo
y no era dueño de sí mismo.
©José Hierro