lunes, 30 de mayo de 2011

10 elevado a 14


     Que el libro más largo del mundo tenga diez páginas suena a tongo. No se trata del libro de arena, sino de un invento que el escritor y patafísico francés Raymond Queneau presentó en 1960 con el nombre de Cent mille milliards de poèmes.
La explicación es más sencilla de lo que parece: cada página contiene un soneto y cada verso está cortado en tiras, de tal forma que sea posible combinar los versos de cada poema. El número total de combinaciones sería de 10 elevado a 14, es decir, de cien billones de poemas distintos. Serían necesarios varios millones de años de lectura constante para leer todas las combinaciones posibles, para explotar todas las lecturas posibles de un libro de diez páginas.

Presentación Boris



Pincha en la imagen para ver la presentación sobre la obra Boris y su autor, Jaap ter Haar.

Presentación Rebelión en la granja

Pincha en la imagen para ver la presentación.


domingo, 29 de mayo de 2011

Joseph Joffo, Un saco de canicas.


(...) Maurice me mira.
—No te apures, también va a haber medalla para ti.
La habrá, claro que la habrá, habrá medalla para todo el barrio. Esta mañana, cuando la gente salga a la calle, será como la primavera en pleno invierno, una floración espontánea: todo el mundo llevará su gran margarita en el ojal.
Cuando uno lleva eso, no le queda ya mucho por hacer: no puede ir al cine, ni subir en un tren, a lo mejor ya ni podremos jugar a las canicas, a lo mejor tampoco podremos ir al colegio. Entonces no estaría tan mal, eso de la ley racial.
Mamá tira del hilo. Lo corta con los dientes junto a la tela, y ya está, ya llevo la divisa; mamá da con dos dedos un golpecito sobre la estrella que acaba de coser, como una costurera de casa bien que termina un punto difícil. No ha podido evitarlo.
Papá abre la puerta y yo me pongo la chaqueta. Está recién afeitado, y con él ha entrado el olor de jabón y de alcohol. Mira las estrellas y después a su mujer.
—Bueno, bueno, bueno… —dice.
Recojo mi cartera y doy un beso a mamá. Papá me detiene.
—Y ahora ¿ya sabes lo que tienes que hacer?
—No.
—Pues ser el primero de la clase. ¿Sabes por qué?
—Sí —responde Maurice—, para hacerle la puñeta a Hitler.
Papá se ríe.
—Bueno —dice— algo así, algo así.
Hacía frío, en la calle, las galochas repiqueteaban sobre los adoquines. No sé por qué, pero volví la cabeza hacia atrás, las ventanas daban a la calle, encima de la peluquería, y los vi a los dos mirándonos detrás de los cristales, habían envejecido en los últimos meses. Maurice iba delante y soplaba para hacer vaho. Las canicas sonaban al chocar en sus bolsillos.
—¿Vamos a llevarla mucho tiempo, esta estrella? Se detiene y me mira.
—Y yo qué sé. ¿Por qué, te molesta? Yo me encojo de hombros.
—¿Y por qué iba a molestarme? No pesa, se puede correr igual, así que…
Maurice ríe con sorna.
—Entonces, si no te molesta, ¿por qué te la tapas con la bufanda?
Este chaval siempre lo ve todo.
—No me la tapo con la bufanda. Ha sido el viento que la ha puesto así.
Maurice suelta una ruidosa carcajada.
—Tienes razón, chaval, ha sido el viento.(...)

sábado, 28 de mayo de 2011

El poema de la semana

Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte

aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que en un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


Mario Benedetti

viernes, 27 de mayo de 2011

Con las buenas lecturas...


... “Con las buenas lecturas, sigo teniendo la evidencia cinestésica, física, de estar ascendiendo, no por elevación, sino pisando peldaños. A veces unos pocos peldaños, otros una escalera sin fin”.

Alberto dice sentir desaparecer “el entorno, el ruido, el calor y el frío, el tiempo, la memoria se suspende, pisas el siguiente escalón” al sumergirse en un libro.

 “Cuando has terminado la lectura, durante unos instantes, lo que te rodea se ha transformado. No eres el mismo que el que comenzó esa lectura. Sientes la nostalgia de la ascensión. Esa nostalgia es la que nos empuja hacia un nuevo libro. Hacia una nueva escalera”.


El diseñador Alberto Corazón, autor del cartel de la Feria del Libro de Madrid 2011

ESTA TARDE...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Vetusta Morla, Copenhague

Pincha: http://youtu.be/Mw2cy_7rWF0






Él corría, nunca le enseñaron a andar.
Se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.

El valor para marcharse,
el miedo a llegar.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

lunes, 23 de mayo de 2011

Recomendación: Diario de Sofía

Sofía ha ingresado en el Instituto Middlebrooke, y tiene los temores lógicos de quienes comienzan la enseñanza media. Para conjurarlos se propone escribir «el mejor blog del mundo mundial», y así lo hace en el papel de un cuaderno, convencida de que luego pasará sus notas al ordenador. En este cuaderno cuenta los cotilleos que se generan en el Instituto, quién está por quién en el amor, quiénes son sus mejores amigas para siempre, quiénes los peores empollones, la relación que tiene con sus padres que al parecer son muy pesados...

Así empieza: "Este no es un diario cualquiera. Es mi Diario Pre Blog, donde guardo mis más íntimos y secretos pensamientos hasta que buena parte de ellos se haga pública al día siguiente en mi casi-popular blog. Ya sé, ya sé... la mayoría de las gente no necesita un diario pre-blog. Pero YO no soy la mayoría de la gente. YO necesito anotar todo lo escandaloso, ya que mi cerebro a veces se atonta y no quiero olvidar ni un solo detalle superimportante. Ni confundirlos entre sí cunando los pase al blog. Eso podría traer problemas."

Comienza la Feria del Libro

Este viernes 27 de mayo arranca la Feria del Libro de Madrid en el parque del Retiro. Podrás asomarte a sus casetas hasta el día 12 de junio.
Si deseas información sobre el calendario de firmas de los autores y sobre las actividades que se van a realizar pincha aquí.

Narración de la semana

Pedro Páramo, de Juan Rulfo
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo -me recomendó. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte." Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
Todavía antes me había dicho:
-No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
-Así lo haré, madre.

Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala.
Era ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de la saponarias.
El camino subía y bajaba: "Sube o baja según se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja."
-¿Cómo dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo?
-Comala, señor.
-¿Está seguro de que ya es Comala?
-Seguro, señor.
-¿Y por qué se ve esto tan triste?
-Son los tiempos, señor.
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Ahora yo vengo en su lugar. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver: "Hay allí, pasando el puerto de Los Colimotes, la vista muy hermosa de una llanura verde, algo amarilla por el maíz maduro. Desde ese lugar se ve Comala, blanqueando la tierra, iluminándola durante la noche." Y su voz era secreta, casi apagada, como si hablara consigo misma... Mi madre.
-¿Y a qué va usted a Comala, si se puede saber? -oí que me preguntaban.
-Voy a ver a mi padre contesté.
-¡Ah! - dijo él.
Y volvimos al silencio.
Caminábamos cuesta abajo, oyendo el trote rebotado de los burros. Los ojos reventados por el sopor del sueño, en la canícula de agosto.
-Bonita fiesta le va a armar -volví a oír la voz del que iba allí a mi lado-. Se pondrá contento de ver a alguien después de tantos años que nadie viene por aquí.
Luego añadió:
-Sea usted quien sea, se alegrará de verlo.
En la reverberación del sol, la llanura parecía una laguna transparente, deshecha en vapores por donde se traslucía un horizonte gris. Y más allá, una línea de montañas. Y todavía más adelante, la más remota lejanía.
-¿Y qué trazas tiene su padre, si se puede saber?
-No lo conozco -le dije-. Sólo sé que se llama Pedro Páramo.
-¡Ah!, vaya.
-Sí, así me dijeron que se llamaba.

domingo, 22 de mayo de 2011

La película de la semana


Delicatessen de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro (1991) Un clásico del cine francés. La película supuso a principios de la década de los noventa la entrada en escena de esta pareja de realizadores. Después de su entrada por la puerta grande con este film, realizaron La ciudad de los niños perdidos.
Posteriormente, Jeunet empezó a dirigir en solitario facturando películas como Amelie (su mejor obra) o Largo domingo de noviazgo.

La película se ambienta en un complejo de apartamentos post-apocalíptico en una Francia de un tiempo ambiguo. La historia se concentra en los residentes del complejo de edificios y en sus desesperados intentos por sobrevivir. Entre estos personajes se encuentra un recién llegado inquilino, quien llega para reemplazar a otro habitante cuya partida no es del todo clara al principio. El carnicero, Clapet, es el líder del edificio quien trata de mantener el control y el balance en el mismo.

Últimas noticias



Efemérides:

El 22 de mayo de 1885 murió
Víctor Hugo, poeta, novelista y dramaturgo francés autor de Los Miserables.

Por otro lado, ese mismo día, pero de 1907 nació en Bélgica
Hergé, el creador de Tintín.

sábado, 21 de mayo de 2011

Democracy (Langston Hughes)















Democracy will not come,

Today, this year

Nor ever

Through compromise and fear.


I have as much right

As the other fellow has

To stand

On my two feet

And own the land.


I tire so of hearing people say,

Let things take their course.

Tomorrow is another day.

I do not need my freedom when I´m dead.

I cannot live on tomorrow´s bread.


Freedom

Is a strong seed

Planted

In a great need.


I live here, too.

I want freedom

Just as you.

La cita de la semana






Many forms of government have been tried and will be tried in this world of sin and woe. No one pretends that democracy is perfect or all-wise. Indeed, it has been said that democracy is the worst form of government except all those other forms that have been tried from time to time.






(Winston Churchill)

martes, 17 de mayo de 2011

Narración de la semana


Crónica de una muerte anunciada,
de Gabriel García Márquez

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte. Tampoco Santiago Nasar reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y despertó con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta después de la media noche. Más aún: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 6.05 hasta que fue destazado como un cerdo una hora después, lo recordaban un poco soñoliento pero de buen humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día muy hermoso. Nadie estaba seguro de si se refería al estado del tiempo. Muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante con una brisa de mar que llegaba a través de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella época. Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto Santiago Nasar en el bosque del sueño. Yo estaba reponiéndome de la parranda de la boda en el regazo apostólico de María Alejandrina Cervantes, y apenas si desperté con el alboroto de las campanas tocando a rebato, porque pensé que las habían soltado en honor del obispo. Santiago Nasar se puso un pantalón y una camisa de lino blanco, ambas piezas sin almidón, iguales a las que se había puesto el día anterior para la boda. Era un atuendo de ocasión. De no haber sido por la llegada del obispo se habría puesto el vestido de caqui y las botas de montar con que se iba los lunes a El Divino Rostro, la hacienda de ganado que heredó de su padre, y que él administraba con muy buen juicio aunque sin mucha fortuna. En el monte llevaba al cinto una 357 Magnum, cuyas balas blindadas, según él decía, podían partir un caballo por la cintura. En época de perdices llevaba también sus aperos de cetrería. En el armario tenía además un rifle 30.06 Mannlicher-Schönauer, un rifle 300 Holland Magnum, un 22 Hornet con mira telescópica de dos poderes, y una Winchester de repetición. Siempre dormía como durmió su padre, con el arma escondida dentro de la funda de la almohada, pero antes de abandonar la casa aquel día le sacó los proyectiles y la puso en la gaveta de la mesa de noche. «Nunca la dejaba cargada», me dijo su madre. Yo lo sabía, y sabía además que guardaba las armas en un lugar y -escondía la munición en otro lugar muy apartado, de modo que nadie cediera ni por casualidad a la tentación de cargarlas dentro de la casa. Era una costumbre sabia impuesta por su padre desde una mañana en que una sirvienta sacudió la almohada para quitarle la funda, y la pistola se disparó al chocar contra el suelo, y la bala desbarató el armario del cuarto, atravesó la pared de la sala, pasó con un estruendo de guerra por el comedor de la casa vecina y convirtió en polvo de yeso a un santo de tamaño natural en el altar mayor de la iglesia, al otro extremo de la plaza. Santiago Nasar, que entonces era muy niño, no olvidó nunca la lección de aquel percance. La última imagen que su madre tenía de él era la de su paso fugaz por el dormitorio. La había despertado cuando trataba de encontrar a tientas una aspirina en el botiquín del baño, y ella encendió la luz y lo vio aparecer en la puerta con el vaso de agua en la mano, como había de recordarlo para siempre. Santiago Nasar le contó entonces el sueño, pero ella no les puso atención a los árboles.
-Todos los sueños con pájaros son de buena salud -dijo.

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Dónde está el niño que yo fui?



            RETROSPECTIVO EXISTENTE
Me registro los bolsillos desiertos
para saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fui yo.
Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican dónde fueron mis minutos,
y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas podridas de cinco años
o quizá de muerto,
nadie,
nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió mi fuerte sombra mía
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de aulas y pelotas de trapo,
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres
las bodegas del Ebro.
¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo. (Miguel Labordeta).

viernes, 13 de mayo de 2011

Campaña para que Granada sea capital mundial de la poesía

Varios Nobel de Literatura piden mediante un manifiesto a la Unesco dicha distinción para la ciudad andaluza

ROSANA TORRES - Córdoba - 13/05/2011

Premios Nobel de literatura, como Derek Walcott y Wole Soyinka, además de importantes nombres de la cultura, han mandado un manifiesto a la Unesco solicitando que Granada sea nombrada Capital Mundial de la Poesía. Entre los firmantes se encuentran también Ernesto Cardenal, Juan Gelman, José Manuel Caballero Bonald, Tomás Segovia, Luis García Montero, Suzanne Vega, Francisco Brines, Claribel Alegría, José Emilio Pacheco, Waldo Leyva, Gonzalo Rojas, Piedad Bonnett, Ida Vitale, Juan Manuel Roca, Rafael Cadenas, Nuno Júdice y Jorge Boccanera, entre otros.

Todos asumen el manifiesto, leído ayer en un acto del Festival Internacional de Poesía ciudad de Granada (FIP) en el que se dice: "La ciudad de Granada lleva pegada a su nombre la poesía escrita con mayúsculas, y si son muchos los títulos que la adornan, el de ciudad poética, el de capital mundial de la poesía, es sin duda uno de los que nadie le niega al oír esas su nombre en cualquier lugar del mundo. Asociados a la ciudad resuenan sin duda dos nombres que de inmediato acuden a la imaginación de quienes oyen pronunciar el nombre de Granada: la Alhambra y Federico García Lorca. Entre los muros de la primera son muchos los ejemplos de versos creados por los poetas de la Corte. Además, el monumento es en sí mismo un libro inabarcable, un poema tan eterno como extenso.

Federico García Lorca, nacido en 1898, supo destilar en su obra toda la herencia granadina: del esplendor musulmán al Sacromonte, de la Vega de sus veranos en la Huerta de San Vicente a sus conversaciones con Manuel de Falla, del cante a los paseos por la Alhambra. También en Granada encontró la muerte de la que tal vez presintió sentirse a salvo en su ciudad.

Pero Granada no se ha conformado con estas rentas literarias y a lo largo del tiempo han surgido importantes autores que siguen construyendo una ciudad eminentemente poética, un ideal que tal vez sólo se encuentre en los versos, pero la literatura es también un lugar en el que vivir. Cada mes de mayo Granada respira poesía de una forma más grande si cabe con la entrega del Premio Federico García Lorca, así como con el Festival Internacional de Poesía, que en sus ediciones ha contado con los más sobresaliente autores del panorama internacional y se ha convertido en uno de los eventos literarios más importantes del mundo.

Por Granada han pasado los más importantes poetas de todo el mundo, le han dedicado poemas y se han maravillado con ella. Sin duda alguna la ciudad forma parte del imaginario colectivo cuando se piensa en la belleza.

Por todo esto, pedimos a la Unesco que otorgue a Granada el título de Capital de la Poesía", concluye el escrito.

© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200

Plural de "sexi"

elheraldo.co




El anglicismo sexy se adapta al español con i latina: sexi, igual que otros extranjerismos que terminan en consonante seguida de y: dandy> dandi; panty>panti, ferry >ferri). Una vez que la hemos hispanizado, la palabra formará el plural como cualquier término que acabe en -i latina: sexis, dandis, pantis, ferris.(Fundéu).

lunes, 9 de mayo de 2011

Diarios de Viaje, 1946


Maravillosa noche sobre el Atlántico. Esta hora que va desde el sol ya oculto a la luna que apenas acaba de salir, del oeste todavía luminoso al este ya oscuro. Sí, he amado mucho el mar –esta inmensidad calma – estas estelas cubiertas – estas sendas liquidas. Por primera vez un horizonte a la medida de una respiración de hombre, un espacio tan grande como su audacia. Siempre me he sentido escindido entre mi apetito de seres, la vanidad de la agitación y el deseo de igualarme a estos mares de olvido, a estos silencios desmesurados que son como el hechizo de la muerte. Me gustan las vanidades mundanas, mis semejantes, los rostros, pero junto a la vida mundana tengo una regla propia que es el mar y todo lo que en este mundo se le parece. Oh dulzura de las noches cuando todas las estrellas oscilan y deslizan por encima de los mástiles, y este silencio dentro de mí, este silencio al fin que me libera de todo.

Albert Camus 

domingo, 8 de mayo de 2011

sábado, 7 de mayo de 2011

Tolstoi, Ana Karenina

bibliofiloenmascarado.com
Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.
En casa de los Oblonsky andaba todo trastrocado. La esposa acababa de enterarse de que su marido mantenía relaciones con la institutriz francesa y se había apresurado a declararle que no podía seguir viviendo con él.
Semejante situación duraba ya tres días y era tan dolorosa para los esposos como para los demás miembros de la familia. Todos, incluso los criados, sentían la íntima impresión de que aquella vida en común no tenía ya sentido y que, incluso en una posada, se encuentran más unidos los huéspedes de lo que ahora se sentían ellos entre sí.
La mujer no salía de sus habitaciones; el marido no comía en casa desde hacía tres días; los niños corrían libremente de un lado a otro sin que nadie les molestara. La institutriz inglesa había tenido una disputa con el ama de llaves y escribió a una amiga suya pidiéndole que le buscase otra colocación; el cocinero se había ido dos días antes, precisamente a la hora de comer; y el cochero y la ayudante de cocina manifestaron que no querían continuar prestando sus servicios allí y que sólo esperaban que les saldasen sus haberes para irse.
El tercer día después de la escena tenida con su mujer, el príncipe Esteban Arkadievich Oblonsky –Stiva, como le llamaban en sociedad–, al despertar a su hora de costumbre, es decir, a las ocho de la mañana, se halló, no en el dormitorio conyugal, sino en su despacho, tendido sobre el diván de cuero.
Volvió su cuerpo, lleno y bien cuidado, sobre los flexibles muelles del diván, como si se dispusiera a dormir de nuevo, a la vez que abrazando el almohadón apoyaba en él la mejilla.
De repente se incorporó, se sentó sobre el diván y abrió los ojos.
«¿Cómo era», pensó, recordando su sueño. «¡A ver, a ver! Alabin daba una comida en Darmstadt... Sonaba una música americana... El caso es que Darmstadt estaba en América... ¡Eso es! Alabin daba un banquete, servido en mesas de cristal... Y las mesas cantaban: "Il mio tesoro"..: Y si do era eso, era algo más bonito todavía.
» Había también unos frascos, que luego resultaron ser mujeres...»
Los ojos de Esteban Arkadievich brillaron alegremente al recordar aquel sueño. Luego quedó pensativo y sonrió.
«¡Qué bien estaba todo!» Había aún muchas otras cosas magníficas que, una vez despierto, no sabía expresar ni con palabras ni con pensamientos.
Observó que un hilo de luz se filtraba por las rendijas de la persiana, alargó los pies, alcanzó sus zapatillas de tafilete bordado en oro, que su mujer le regalara el año anterior con ocasión de su cumpleaños, y, como desde hacía nueve años tenía por costumbre, extendió la mano hacia el lugar donde, en el dormitorio conyugal, acostumbraba tener colocada la bata.
Sólo entonces se acordó de cómo y por qué se encontraba en su gabinete y no en la alcoba con su mujer; la sonrisa desapareció de su rostro y arrugó el entrecejo (...)

jueves, 5 de mayo de 2011

Recomendaciones




VA DE MISTERIOS.


EL NUEVO TÍTULO DE EMILIO CALDERÓN: FÉLIX FANTOBA Y EL CLUB DE LOS ESCAPISTAS.

A Félix Fantoba le apasiona la magia. Tanto, que funda un club y organiza un encuentro para practicar el escapismo. Durante uno de los trucos, Félix desaparece sin dejar rastro. Misteriosamente, dos meses después, un arqueólogo encuentra en Grecia un pergamino de dos mil quinientos años de antigüedad firmado por un tal Félix Fantoba. ¿Cómo puede ser?


Una de misterios..... Sin resolver

Estas tres lecturas abarcan un tema atractivo para todos los lectores (el misterio) bajo tres diferentes puntos de vista.

Los títulos seleccionados son:

· El maleficio de la espina de Blanca Álvarez González

· Marina de Carlos Ruiz Zafón

· El laberinto de las aceitunas de Eduardo Mendoza



martes, 3 de mayo de 2011

THE MULETEERS OF GRANADA by Thomas Moore

O the joys of our evening posada,
Where, resting at close of day,
We, young muleteers of Granada,
Sit and sing the sunshine away;
So merry that even the slumbers,
that round us hung, seem gone:
Till the lute´s soft drowsy numbers
Again beguile them on.
O the joys of our merry posada,
Where, resting at close of day,
We, young muleteers of Granada,
Thus sing the gay moments away.

Then as each to his loved sultana
In sleep still breathes the sigh,
The name of some black-eyed Tirana
Escapes our lips as we lie.
Till, with morning´s rosy twinkle,
Again we´re up and gone,_
While the mule-bell´s drowsy tinkle
beguiles the rough way on.

lunes, 2 de mayo de 2011

"Solo un escritor mediocre puede desdeñar ciertas palabras, como un mal jugador de ajedrez desdeña un peón: no sabe que a veces sostiene una posición"(Uno y el universo, Ernesto Sabato).