martes, 8 de febrero de 2011

Max Weber remonta los orígenes del capitalismo moderno a ciertos calvinistas que, desentendiéndose de la parábola del camello y el ojo de la aguja, predicaban la doctrina de las recompensas justas al trabajo. Sin embargo, la noción de movilizarse y aumentar el “patrimonio de ganado en pie” tiene una historia tan antigua como el mismo pastoreo. Los animales domesticados son “moneda corriente”, “cosas que corren”, del francés courir . En verdad, casi todas nuestras expresiones monetarias- capital, hacienda, pecuniario, bien mueble, esterlina, y quizá incluso la misma idea de “crecimiento”- tienen sus orígenes en el mundo pastoril.

Lo dice Bruce Chatwin, de nuevo, en Los trazos de la canción.

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