domingo, 11 de diciembre de 2011

Libertad de expresión

"Un hombre no está completo sino tiene libertad para expresar lo que siente, lo que piensa o lo que quiere"

Defender la libertad de expresión a principios del siglo XVII era más que imposible. Miguel de Cervantes lo hizo a través de don Quijote.

Cuando se publica el Quijote (1605 y 1615), las pragmáticas sobre los libros promulgadas por Felipe II estaban en pleno vigor y fuerza. Estas normas establecían un control rigurosísimo sobre los libros y, en definitiva, contra la libertad de expresión (...) pero como de costumbre, una cosa es la ley y su aplicación y otra muy distinta los portillos para burlar la censura. Cervantes lo hizo de forma sutil e irónica y haciendo afirmaciones categóricas que han pasado a la historia:



"
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo". (Cap. LVIII)

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